Siguiendo con la línea de los mensajes que trato de rescatar dentro de la pobreza de referentes actuales(llamese Ricky Fort, Amalia Granata, etc) esta semana hubo 2 noticias que llamaron mi atención y provocaron admiración.
La primera es la muerte de MÓNICA CARRANZA, fundadora del comedor Carasucias, luego de darle dura lucha a un fulminante cáncer de útero.Carranza, nacida en el barrio porteño de Parque Patricios, tuvo una infancia difícil, ya que permaneció junto con sus 11 hermanos hasta que cumplió los nueve años. Tras la muerte de su padre, los hermanos fueron separados e internados en distintos institutos, pero Mónica escapó y vivió en la calle.
Pasó parte de su adolescencia en correccionales de menores y comisarías hasta que, después de casarse, fundó en su casa -que debió hipotecar- el comedor comunitario "Los Carasucias". En 1997, fue elegida "Mujer del año" por su obra, que pudo llevar adelante gracias a donaciones particulares y subsidios estatales.
La fundación, creada hace más de 20 años y ubicada en el barrio de Mataderos, brinda comida a cientos de familias y asiste a más de 1.500 chicos desnutridos y enfermos de HIV, diabéticos, tuberculosis y otras enfermedades.
La otra noticia y más reciente, refleja el tezón de un tipo al cual la vida le resulta un constante desafío, y es alguien ya citado en mi blog, es el titán: MARTIN PALERMO. Aquel guerrero de mil batallas, que no es ningún dotado técnicamente hablando, pero si tiene un don, que es el de apretar más cuando la situación lo requiere. Leyendo el Olé, me di con que volvió a las prácticas 6 días antes de lo que dicen sus vacaciones, antes que sus compañeros y se entrena en doble jornada. Tiene entre ceja y ceja el Mundial y romper nuevos récords en Boca.
Se juega todo. Su futuro y su presente. Y aunque nadie discuta su pasado, él no se duerme en esos laureles. Quiere más. Le restan seis goles para alcanzar a Roberto Cherro, el máximo anotador xeneize. Pero no será suficiente. Necesita ser el optimista del gol. Y se entrena para eso.
Creo que a la larga, el esfuerzo siempre paga....
