Algo huele a podrido

Y no soy yo...
En medio del caos que vemos todos los días en los noticieros, en medio de la pobreza de valores en los que andamos; y también de la gente que vale la pena y las muchas cosas que podemos hacer todos los días para vivir la vida, me encuentro yo acá escribiendo.
La verdad que vale la pena disfrutar cada momento que vivimos, pero no sólo guardárselo para uno mismo, sino transmitir esas ganas a los demás y tratar de ser mejores como sociedad, así todos disfrutariamos más los días y las noches y tal vez sufriríamos menos las cosas feas que pasan a diario en la calle.
Anoche, cuando salía de una fiesta de disfraces a las que fuí con mis amigos de Tucumán fuí testigo directo de un episodio de violencia lamentable. Tres pibes de entre 25 y 30 años se acercaron a la salida del boliche con botellas en las manos y repartiendo trompadas al primero que se les cruzara en el camino. Todo esto pasó rapidamente, no tuvimos más reflejo que hacernos a un lado con mis amigos mientras había gente defendiendose y trenzandose a piñas en la vereda.
De repente, paff..un pedazo de botella me da en la cara y me golpea el mentón y la boca.
Quedé como shockeado, no entendía nada de lo que pasaba. Era todo muy raro, pues me estaba yendo a casa con mis amigos luego de divertirnos mucho en la fiesta.
Creo que la pelea terminó allí después. Habían 2 o 3 pibes más con lesiones. Pero el que más sangraba era yo, que estaba disfrazado del Diego del 82, la verdad nos asustamos al ver la sangre, pero como todos los argentinos en estos días terminamos agradeciendo que estamos vivos, que no hubo armas, que no perdí un ojo....cosas a las que nos conformamos por lo que pasa a diario, pero que de ninguna manera están bien.
Hablando con distintas personas algunos dijeron que ya no se puede salir, que cuidado a dónde vayas, que esto y que lo otro...yo pienso que uno puede tomar sus precauciones, pero que si te tiene que pasar te pasa...Caballito, Palermo, Belgrano o donde fuere, por eso no vale la pena dejar de disfrutar nada, el cambio debe venir desde adentro, y la justicia debe ser justicia también para que esto funcione.
Ahora lo único que duele es el diente(espero no sea grave), y la sensación de que algo está podrido y que deberíamos mejorarlo. Ayer había extranjeros que no entendían qué estaba pasando, y yo como argentino no tenía mayores explicaciones.
Este tipo de hechos debe ser repudiado y castigado, lamentablemente estos pibes siguen sueltos...